La nueva novela de Pablo Bolívar, Noche de brujas, llega para consolidar una saga que ya conquistó a cientos de lectores con El eco perdido. Ambientada de nuevo en Menorca, esta obra profundiza en los territorios más oscuros de la isla y en los rincones emocionales más complejos de sus protagonistas. Con una trama que combina investigación policial, tensiones psicológicas y resonancias históricas, el autor construye un thriller que continúa expandiendo el universo de la inspectora Helena Ventura, marcada por un pasado que vuelve una y otra vez en forma de interrogantes sin resolver.
Un hallazgo estremecedor que reabre viejas heridas
La novela se sitúa en enero de 2024, cuando una cabeza humana aparece decapitada flotando en las aguas de Cala Morell. Este descubrimiento desencadena una investigación que recae sobre la inspectora de la UCO Helena Ventura, quien se encuentra en plena lucha contra sus propios fantasmas. A su lado trabaja Josep Ribas, un inspector menorquín de la Policía Nacional que aporta un enfoque local y un carácter peculiar a la resolución del caso.
Ambos agentes sospechan que el crimen podría estar relacionado con la misma organización criminal vinculada al conocido asesino del talayot, figura que ya había marcado la anterior novela del autor. Esta conexión añade una capa adicional de tensión y genera un hilo de continuidad que afianza la saga, reforzando el universo narrativo iniciado con El eco perdido. Noche de brujas se presenta así como una pieza clave en el desarrollo emocional y profesional de Helena Ventura, mientras la combinación entre misterio forense y elementos psicológicos mantiene un ritmo constante y envolvente.
Ecos de un pasado que regresa entre sombras
La novela incorpora un segundo hilo narrativo centrado en Cristina Comellas y Judith Fornaris, madre y abuela de la antropóloga Mireia García. Ambas se ven envueltas en una espiral de venganza que se despliega bajo la influencia de un peculiar don, un elemento que aporta un matiz casi sobrenatural y enlaza la ficción contemporánea con viejas leyendas de la isla. Estas dos mujeres emprenden una caza particular contra los miembros de una misteriosa secta, un enfrentamiento que se entrecruza con las líneas principales de la trama, generando un mosaico narrativo que amplía los límites del thriller clásico.
Este enfoque bebe de historias locales y figuras históricas que han marcado el imaginario menorquín. Entre ellas destacan Magdalena Fornaris, Inés Comellas Fornaris y Juana Goñalons Comellas, abuela, madre e hija que vivieron entre 1620 y comienzos del siglo XVIII y cuya última descendiente fue ejecutada bajo acusaciones de brujería en tiempos de la Inquisición. La sombra de estas llamadas brujas erissones persiste en el paisaje cultural de la isla y sirve de inspiración para los personajes contemporáneos del libro. El autor recupera así un legado que mezcla rumor, tradición oral y episodios documentados, otorgando a la novela un trasfondo que enriquece su atmósfera de suspense.
Un nuevo capítulo en una saga en expansión
Noche de brujas es la quinta novela de Pablo Bolívar y la segunda entrega de esta serie ambientada en Menorca. Tras el éxito de El eco perdido, que alcanzó el reconocimiento en la categoría de misterios forenses, el autor se adentra de nuevo en un territorio narrativo donde la isla funciona como un personaje más. Su clima, sus acantilados y la omnipresente tramontana configuran un escenario que intensifica la sensación de aislamiento, tensión y vulnerabilidad que rodea a los protagonistas.
La novela combina investigación policial, drama emocional y referencias históricas, ofreciendo una lectura cargada de ritmo y atmósfera. El autor ya trabaja en la tercera entrega de la saga, lo que confirma la intención de seguir desarrollando un universo marcado por los enigmas de Menorca y por las fuerzas —visibles o invisibles— que habitan en su paisaje. Con Noche de brujas, Bolívar reafirma su capacidad para construir relatos donde la intriga se entrelaza con la memoria y donde cada sombra proyecta una historia que aún busca ser contada.
