Maridar correctamente un vino no es solo seguir normas rígidas, sino encontrar el equilibrio entre aromas, texturas y sensaciones capaz de transformar un plato en una experiencia gastronómica inolvidable. Aunque cada paladar es único, existen pautas clásicas y recomendaciones de expertos que ayudan a acertar siempre. Y en Menorca, tierra de vinos emergentes y quesos de prestigio internacional, el maridaje adquiere un carácter propio.
1. Carnes rojas: vinos potentes y estructurados
Las carnes rojas —vacuno, buey o cordero— necesitan vinos con cuerpo, capaces de equilibrar su intensidad y contenido graso.
Vinos ideales:
- Cabernet Sauvignon
- Syrah / Shiraz
- Rioja Reserva o Gran Reserva
- Priorat (Garnacha y Cariñena)
A tener en cuenta:
Los expertos destacan que los taninos ayudan a limpiar el paladar y realzar el sabor de la carne. Un vino ligero puede resultar insuficiente.
Propuesta menorquina:
Los tintos jóvenes y de crianza elaborados en bodegas locales como Binifadet, Hort Sant Patrici o Torralbenc acompañan muy bien carnes rojas hechas a la brasa, tan típicas en la gastronomía de la isla.
2. Carnes blancas y aves: suavidad y versatilidad
El pollo, el pavo o cortes magros de cerdo requieren vinos equilibrados que no opaquen la delicadeza del plato.
Vinos ideales:
- Chardonnay joven o con ligera crianza
- Garnacha joven
- Pinot Noir (perfecto para pollo asado)
- Godello o Xarel·lo
Consejo profesional:
Si el plato incluye crema o salsas mantecosas, un Chardonnay fermentado en barrica es el compañero perfecto.
Propuesta menorquina:
Los blancos de Illa de Menorca y Ferrer de Muntpalau aportan frescor y un punto salino ideal para recetas tradicionales menorquinas como el “pollastre amb salsa”.
3. Pescados y marisco: blancos frescos y aromáticos
La regla clásica se mantiene: el pescado pide vinos blancos. Pero hay matices.
Vinos ideales:
- Albariño
- Verdejo
- Sauvignon Blanc
- Txakolí
- Cava Brut Nature (excelente con marisco)
Excepción interesante:
Un Pinot Noir suave marida muy bien con pescados grasos como salmón o atún.
Propuesta menorquina:
Los blancos locales con notas mediterráneas combinan de maravilla con el marisco de Menorca, la caldereta de langosta o pescados frescos del día.
4. Pastas y arroces: el secreto está en la salsa
No importa tanto si es pasta o arroz, sino el tipo de salsa que acompaña.
Si lleva tomate o sofrito mediterráneo:
- Chianti (Sangiovese)
- Tempranillo joven
- Garnacha catalana
Si lleva crema, queso o setas:
- Blancos con cuerpo (Chardonnay, Viognier)
- Tintos suaves como Merlot
Para risottos de marisco:
- Albariño o Godello
- Cava Reserva
Propuesta menorquina:
Un blanco de la DO Mahón-Menorca —especialmente los de viñas cercanas a la costa— complementa a la perfección arroces marineros.
5. Quesos: un universo propio… en el que brilla el queso Mahón-Menorca
El queso Mahón-Menorca, en todas sus variedades, exige maridajes muy específicos y es uno de los productos más reconocidos de la isla.
Quesos frescos o tiernos (incluyendo Mahón-Menorca tierno):
- Blancos suaves como Pinot Blanc o Muscat seco
Quesos azules:
- Vinos dulces como Oporto, Sauternes o Moscatel
Quesos curados (como el Mahón-Menorca semicurado y curado):
- Tintos potentes: Rioja, Ribera del Duero
- Recomendación local: Tintos de crianza menorquines, especialmente aquellos con coupages mediterráneos, potencian los matices salinos y mantecosos del queso.
6. Comida picante: vinos frescos y poco alcohólicos
El picante intensifica la sensación de alcohol, por lo que conviene optar por vinos ligeros y refrescantes.
Vinos ideales:
- Riesling (perfecto para cocina asiática)
- Gewürztraminer
- Rosado fresco
- Espumosos
7. Postres: dulce con dulce
Si el vino es menos dulce que el postre, puede resultar amargo.
Para chocolate negro:
- Oporto
- Malvasía dulce
- Pedro Ximénez
Para postres de fruta:
- Moscatel
- Cava dulce o semidulce
Propuesta menorquina:
Los vinos dulces de producción local armonizan muy bien con postres tradicionales como el “pudin de ensaimada”.
*Un artículo de Eva Remolina (Amic) para Menorcaaldia.com
