La Navidad es una época de celebración, creatividad y reencuentro, pero también puede ser un momento de gran consumo y generación de residuos. Apostar por una decoración navideña hecha con materiales reciclados es una forma original y responsable de vivir estas fiestas, sin renunciar a la belleza ni al espíritu navideño.
La decoración con materiales reutilizados reduce el impacto ambiental, fomenta la creatividad y permite crear piezas únicas con una historia detrás. Además, es una actividad ideal para realizar en familia, especialmente con niños, ya que promueve valores como la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.
Muchos objetos que tenemos en casa pueden transformarse en decoraciones navideñas con un poco de imaginación:
- Rollos de cartón de papel higiénico o de cocina para hacer estrellas, árboles o figuras.
- Tarros de vidrio que pueden convertirse en farolillos con velas LED o pequeñas escenas navideñas.
- Papel de periódico o revistas para crear guirnaldas, estrellas o flores decorativas.
- Botellas de plástico transformadas en adornos, árboles o campanas.
- Telas viejas para hacer lazos, muñecos o fundas decorativas.
Una de las propuestas más populares es hacer bolas de Navidad con papel reciclado, pintadas o decoradas con cordel natural. También se pueden crear guirnaldas con tapones de botella, pinzas de la ropa o recortes de cartón. Los tarros de vidrio decorados con sal gruesa, arena o papel de colores pueden simular paisajes invernales y aportar una luz cálida a cualquier rincón de la casa.
Para el árbol de Navidad, se pueden utilizar adornos hechos con pasta, madera o piñas recogidas de la naturaleza, siempre con respeto por el entorno. Pintadas de blanco, dorado o dejadas al natural, aportan un toque rústico y acogedor.
Además de reciclar materiales, es importante apostar por una decoración consciente: reutilizar adornos de otros años, evitar productos de un solo uso y priorizar elementos naturales o biodegradables. El uso de luces LED de bajo consumo también contribuye a reducir el gasto energético durante las fiestas.
La decoración reciclada no solo es sostenible, sino que también refleja la personalidad de quien la crea. Cada pieza es única y tiene un valor emocional añadido, ya que a menudo está vinculada a momentos compartidos y recuerdos familiares. Este tipo de decoración transmite autenticidad y convierte el hogar en un espacio más cálido y significativo.
Optar por materiales reciclados es un pequeño gesto que puede tener un gran impacto positivo. Una Navidad más responsable es posible, y empezar por la decoración es una manera sencilla y creativa de contribuir a un futuro más sostenible sin perder la magia de las fiestas.
*Un artículo de Eva Remolina (Amic) para Menorcaaldia.com
